Como se ha de suponer, la actividad
física es importante para mantener una mejor calidad de vida y a su vez es beneficiosa para todos los grupos
de edades. En el caso de los adultos mayores, la actividad física se basa en
actividades recreativas, ya sea por medio de la realización de juegos, deportes
o talleres programados de manera familiar o comunitaria (OMS, 2015).
Pont (2004) señala y justifica que la
actividad física en el adulto mayor está centrada en cuatro términos
esenciales que son: la prevención; ya que evita la aparición de posibles
deficiencias sea psíquica o físicamente, el mantenimiento; puesto que permitirá
que el adulto mayor conserve en lo posible sus capacidades físicas, la
rehabilitación; puesto que viene a ser significativo para persona que han
sufrido alguna lesión o proceso degenerativo y por último - no por ser la menos
importante - la recreación. Los tres primero, tienen un propósito utilitario,
mientras que el cuarto engloba un aspecto social y amical.
De otro lado, conviene decir que la
actividad física en el adulto mayor traerá muchos beneficios para su vida,
tales como: la prevención de caídas y lesiones, la conservación de su
independencia, la conservación de las relaciones interpersonales y mayor
seguridad de sí mismo. Paralelamente, no debemos pasar por alto un beneficio
colectivo, esto es, menor gasto socio-sanitario. (González, 2003)
Finalmente, la OMS con el fin de
mejorar y evitar la aparición de enfermedades en el adulto mayor, recomienda la
dedicación de 150 minutos semanales a la realización de actividades físicas
moderada aeróbica y vigorosas en sesiones de 10 minutos como mínimo. Al
respecto, es importante resaltar que es responsabilidad del médico y de los cuidadores
velar por la tranquilidad y el bienestar del adulto mayor, esto implica estimar
el nivel de su capacidad física funcional y de su salud, antes de realizar
cualquier desempeño físico.
Para concluir se puede decir que si
alguna persona dentro de este grupo etáreo se considera insuficiente como para
empezar a llevar una actividad física programada, está equivocada; puesto que
la edad no es un determinante o impedimento para una actividad física acorde a
su edad.
Referencias:
- González, J. (2003). "Actividad física, deporte y vida: beneficios, prejuicios y sentido de la actividad física y del deporte". Editorial Etor-Ostoa. Recuperado de https://books.google.com.pe/books?id=soNTH__9HIIC&pg=PA62&dq=ejercicios+en+el+adulto+mayor&hl=es-419&sa=X&ei=8jwHVYndMMiXNuzhgZAK&ved=0CD4Q6AEwBw#v=onepage&q=ejercicios%20en%20el%20adulto%20mayor&f=false
- Pont, P. (2003). "3ª edad: actividad física y salud". 6ª edición. España: Editorial Paidotribo. Recuperado de https://books.google.com.pe/books?id=f7HD9RQ8u9IC&pg=PA48&dq=problemas+de+alimentacion+en+la+tercera+edad&hl=es-419&sa=X&ei=BTUHVbDoMcyXgwTPkIBI&ved=0CBwQ6AEwAA#v=onepage&q=problemas%20de%20alimentacion%20en%20la%20tercera%20edad&f=false
- Organización Mundial de la Salud (OMS, 2015). "La actividad física en los adultos mayores: niveles recomendados de actividad física para la salud de 65 años en adelante". Disponible en http://www.who.int/dietphysicalactivity/factsheet_olderadults/es/