El Anciano,García Salmones Victoria, 2013 Fuente: ArteLista |
Como bien sabemos o
podemos suponer, con el rápido envejecimiento que está experimentando la
población mundial en los últimos años, debería de conllevar a un cambio radical
en nuestra sociedad; es decir, luchar contra la pobreza, luchar contra las
enfermedades degenerativas, luchar contra el maltrato físico y verbal e
inclusive erradicar definitivamente la discriminación hacia el adulto mayor.
Ahora bien, para poder
hablar de este tema necesitamos definir dicho término y en un sentido amplio y
sencillo, podemos decir que según la RAE (2015) la discriminación es brindar un
trato de inferioridad a una persona o a una colectividad por motivos raciales,
religiosos, políticos, etc. Al respecto, quisiera agregar que la discriminación
vendría a ser también un prejuicio por el cual se juzga y se conceptúa a las
personas debido a su edad cronológica (Stassen., 2009).
Llegado a este punto,
vale la pena preguntarse ¿Por qué hay discriminación hacia este grupo etáreo? Al
respecto, Schale y Wills (citado en Stassen, 2009) nos dicen que es debido a las
creencias que se ha concebido desde siempre y que han quedado arraigadas sobre
el proceso de envejecimiento, lo cual han producido ciertos estereotipos
negativos, dañinos y perjudiciales, pero ¿qué tipo de estereotipos se han ideado?
Esto es sencillo de responder; ya que, al adulto mayor siempre le ha
considerado como una persona rígida, con falta de carisma, conservadora, sin
energía e incapaz y que por lo tanto, siempre será dependiente de los demás.
De lo dicho en líneas previas,
puedo refutar que todas esas ideas que se han generado dentro las personas son
falsas; puesto que fueron generadas por un prejuicio al que hoy en día llamamos
discriminación hacia la edad del adulto mayor. Entonces de lo que llevo dicho
puedo decir con certeza que la discriminación es como una plaga o una
enfermedad que se va expandiendo por todas las sociedades y va imperando en las
mentes de las personas.
Un aspecto que se hace
notar y se pone en evidencia la discriminación hacia este grupo etáreo, es la
manera en que nos dirigimos hacia ellos ¿en qué sentido? Pues muchas veces, al
igual que en una conversación con los bebés que se utilizan palabras cortas,
tonos suaves, énfasis muy exagerado y una reducción en el habla, lo mismo se
suele aplicar al adulto mayor; este tipo de conservación es la llamada
“conversación para ancianos” y que muchas veces suele ser condescendiente,
amable, complaciente pero que en algunos casos es de manera falsa (Stassen.,
2009).
Finalmente podemos decir
que el adulto mayor sigue siendo un ser humano, el hecho que tanto él como su
cuerpo vayan cambiando, no quiere decir que sus intereses puedan cambiar,
recordemos que ellos siguen siendo personas que tienen sentimientos,
gustos, intereses, sueños, deseos y que no somos nadie para tratarlos de una
manera distinta o hacerlos sentir inferior solo porque llevan unos años más de
vida.
REFERENCIA:
- Stassen, K. (2009). “Psicología del desarrollo: adultez y vejez”. España: editorial médica panamericana. Disponible en https://books.google.com.pe/books?id=K8XALshsHLAC&printsec=frontcover&dq=Psicolog%C3%ADa+de+la+edad+adulta+y+la+vejez.&hl=es-419&sa=X&ei=bnwRVYeuEYuSsQTS_4DgBQ&ved=0CBwQ6AEwAA#v=onepage&q=Psicolog%C3%ADa%20de%20la%20edad%20adulta%20y%20la%20vejez.&f=false