“Nadie
es viejo porque nació hace mucho tiempo o joven porque nació hace poco. Somos
viejos o jóvenes en función de cómo entendemos el mundo, de la disponibilidad
con la que nos dedicamos curiosos al saber, cuya conquista jamás cansa y cuyo
descubrimiento jamás nos deja pasivos e insatisfechos”
Paula
Freire
La vejez es un tema que
ha sido tratado a lo largo de la historia; sin embargo, siempre ha estado
cercado de estereotipos. Es por ello que escribo este post, porque es momento
de erradicar todo tipo de estereotipos que están arraigados en la mentalidad
humana e impregnada en nuestra sociedad. Es momento de tomar conciencia sobre
la vida de los adultos mayores; puesto que, de alguna u otra manera estas
formas de pensar van produciendo una desvalorización en este grupo etáreo.
Ahora bien, antes de
adentrar al tema de los estereotipos, creo pertinente hacer una pequeña
digresión para añadir lo siguiente. Como sabemos el envejecimiento de la
población es un hecho universal y se da en mayor medida en los países en
desarrollo. Asimismo, este vertiginoso crecimiento de la población adulta mayor
es debido al aumento de la esperanza de vida causado por:
A continuación - hecho
este pequeño paréntesis - es momento de entrar al tema propuesto, pero para
ello necesitamos saber ¿qué es un estereotipo? Al respecto se puede decir que
los estereotipos son falsas ideas sobre un fenómeno, grupo social u objetos y
que a su vez, son inexactos y peyorativos y que lamentablemente pueden dar
origen a acciones discriminatorias (Carbajo, 2009). Asimismo, un estereotipo
puede ser definido como una imagen convencional impregnada en un prejuicio
común sobre un grupo de personas, lo cual indica que el crear un estereotipo es
una forma de jerarquizar a las personas, ya sea por su aspecto físico, conducta
o costumbres (Quin & McMahon, 1987)
Entonces de lo dicho en
líneas previas, se puede inferir que los estereotipos hacia los adultos mayores
están referidos a que son personas débiles físicamente, impedidas
cognitivamente, perturbadas emocionalmente, dependientes de los demás, faltos
de atractivo, malhumorados, etc. (Belsky, 2001). Como podemos apreciar,
lamentablemente la imagen de los adultos mayores se ha denigrado; puesto que presenta
rasgos positivos demasiados escasos, por lo que ha sido definida exclusivamente
por características y/o peculiaridades muy negativas tanto física como
socialmente hacia su persona. Al parecer, el surgimiento de estos estereotipos
planteados dentro de nuestra sociedad es la “mejor” manera que han optado para
aislarse de las personas de este grupo etáreo.
Como punto final de este
tema, quizá muchos se pregunten ¿qué parte de la población tiene más
estereotipos hacia el adulto mayor? bueno, acá vale decir que lamentablemente
desde muy pequeños, los niños describen a los adultos mayores de una forma
despectiva, por otro lado también son los jóvenes quienes tienen este tipo de
problemas de ideas hacia este grupo etáreo; sin embargo, la propensión a
engendrar estereotipos dependerá de cada persona. En un estudio realizado, se
dice que las personas que presentaban problemas con su vida; es decir, con bajo
nivel educativo, estado de salud vulnerable, etc., eran quien más atribuían
estos mismos problemas al adulto mayor (Belsky, 2001).
Quisiera concluir
diciendo que, se debe tener mucho cuidado con la formación de los estereotipos
porque el interjuego de éstos con los papeles sociales van a atribuir a los
adultos mayores un autoconcepto y una autoimagen negativa de sí mismos. No
debemos de olvidar que una imagen de negación sobre esta etapa, provocó,
provocará y seguirá provocando un rechazo tanto al adulto mayor como a esta
etapa en la cual todos en algún momento estaremos pasando.
Referencias:
- Carbajo, M. (2009). “Mitos y estereotipos sobre la vejez. Propuesta de una concepción realista y tolerante”. Revista de la Facultad de Educación de Albacete, Nº24, 2009. Disponibles en: http://www.google.com.pe/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=6&cad=rja&uact=8&ved=0CEAQFjAF&url=http%3A%2F%2Fdialnet.unirioja.es%2Fdescarga%2Farticulo%2F3282988.pdf&ei=YPQpVfrZA7DksAToooHIAQ&usg=AFQjCNEDXBwLLUyJzqFab-ZJSSpDMIxarQ&bvm=bv.90491159,d.cWc
- Quin, R. & McMahon, B. (1987) “Historias y estereotipos”. España: ediciones de la torre. Recuperado de: https://books.google.com.pe/books?id=o1jNnnqyUJ0C&pg=PA139&dq=que+es+un+estereotipo&hl=es-419&sa=X&ei=k_spVfqtEoH7sAS0qIGgDA&ved=0CBwQ6AEwAA#v=onepage&q=que%20es%20un%20estereotipo&f=false
- Belsky, J. (2001). “Psicología del envejecimiento”. Madrid: Thompson.
Interesante el tema que propones, es cierto que los estereotipos son un problema social pero que no solo está arraigado al adulto mayor, sino a las mujeres, y si juntamos ambas variables, es decir ser mujer y a la vez un adulto mayor, son mayor las ideas erróneas que se sostienen. De la misma forma, es necesario que este tema sea tratado en cada casa y que los padres de familia no deleguen esta obligación a los maestros, a fin de cuentas el cambio comienza en el lugar más cercano, la familia, el hogar.
ResponderEliminarPor otro lado, creo que se sustenta bien y es un hecho verídico que las personas con bajo nivel educativo son los que más generan los estereotipos, y no solo se encuentran ligados a la personalidad del adulto mayor (que son renegones) sino a las capacidades cognitivas que estos tienen.
Efectivamente, también concuerdo en esa parte que encontré en donde exponen que el bajo nivel educativo tiende a ser un influyente para generar más estereotipos y lamentablemente de esos se ven muchos.... Gracias por tu visita
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